Putta es una marca de indumentaria de diseño y producción propia, hecha en Argentina.
Nacimos del deseo de crear ropa que no siga estructuras ni cumpla con lo esperado.
Nacimos de la necesidad de preguntarnos quiénes somos, cuánto de lo que somos es real, innato o natural, y cuánto es programado, aprendido y activado por la cultura, la sociedad y el sistema.
Vestimos a quienes no necesitan permiso, quienes no temen incomodar, quienes hacen de su estilo una forma de presencia.
La palabra putta proviene del latín vulgar, una variante de putus. En su origen, los términos putus, puttus, putta y putto significaban simplemente: niño, niña, muchacho o muchacha. Pibas y pibes, nada más.
Durante procesos como la inquisición, el paso del feudalismo a la modernidad, la consolidación del orden capitalista, y otros contextos de fuerte represión religiosa, política y social; se consolidó un proceso sistemático de censura y represión hacia las mujeres que no se ajustaban a los roles que nos establecieron: castas, sumisas, obedientes, heteronormativas, maternales, etc.
En este marco, la palabra putta fue resemantizada para señalar a mujeres peligrosas, impuras o inmorales. Es decir, mujeres que ejercían su autonomía, muchas veces sin siquiera ser trabajadoras sexuales.
¡Pero la putta que los parió!
El hilo conductor entre la muchacha y la mujer impura es el ejercicio de la libertad.
Libertad de hacer, deshacer, de expresarse, de vivir a su antojo.
El sistema patriarcal decidió que tanta libertad era peligrosa, y la convirtió en insulto. En un arma disciplinaria: el qué dirán, lo esperado, la culpa.
Incluso hoy, es la libertad (sobre todo sexual, pero no exclusivamente) el motivo por el cual se utiliza ese insulto.
La pérdida de la inocencia de la piba, de la joven, de la muchacha, no pasa por su vida sexual. Eso no es lo que la convierte en una puta.
Lo que realmente la marca es su ingreso a un sistema opresor, a una trama de prácticas sociales que la estructuran, a una cultura patriarcal que define y condena su libertad.
Es ese sistema, no sus actos, el que la nombra, el que la señala, el que la transforma en puta.
Vestirse es un acto político.
Pero no vinimos a hacer política.
Vinimos a ser.
Somos pibas.
Somos libres.
Somos lo que se nos canta.
Y si eso te convierte a vos en una Putta, entonces bienvenida!!!